El barranco de Furco, cerca de Broto (Huesca), es un descenso corto pero intenso, ideal para media jornada. 3 rápeles de hasta 23 metros y toboganes y saltos opcionales de hasta 8 metros. Un descenso vertical y estético en roca flysch, perfecto para quienes quieren iniciarse en barranquismo con un punto de emoción.